Un momento crucial para los cubanos con I-220A

La esquizofrenia de las decisiones entre USCIS y DHS con relación a los tribunales es positiva para una solución de los casos de I-220A, porque evidencia que no hay una definición coherente y completa en el procedimiento migratorio.

Un momento crucial para los cubanos con I-220A
Edificio del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS). Foto: USCIS.

Por Willy Allen*

Comenzamos un año tenso en materia de inmigración en Estados Unidos, con una crisis en la frontera y una negociación determinante de los republicanos en el Congreso con la administación de Joe Biden que va a tener un impacto sobre los inmigrantes llegados ilegalmente a la nación americana.

Por eso, la manifestación convocada este 17 de enero en Washinghton DC por beneficiarios del documento I-220A que reclaman legalizarse como residentes permanentes en el país, no me parece la mejor alternativa en este momento.

En primer lugar, porque las preocupaciones del gobierno central y el Congreso están puestas en otros asuntos de mayor alcance, como la negociación para paliar la crisis de la frontera y todo está subordinado ahora a un acuerdo sobre una solución a gran escala.

A la vez, porque una reclamación de cubanos afectados por el I-220A está concentrada en una nacionalidad específica, que pone en primer plano a un grupo que ya goza de beneficios migratorios (Ley de Ajuste Cubano, parole humanitario, Programa de Reunificación Familiar), sin incluir en la ecuación las demandas legítimas de otros inmigrantes en situación similar.

Las gestiones para resolver el controversial tema del I-220A van por la esfera administrativa y tomarán su tiempo. Vale recordar que todos los cubanos que entraron de manera irregular por frontera después del 12 de enero de 2017, lo hicieron violando la Ley de Inmigración (INA) tras la anulación de la orden administrativa de pies secos/pies mojados. Es decir, entraron ilegalmente y se les dio una oportunidad para reclamar protección de asilo. El I-220A es un beneficio discrecional, no un derecho.

Pero les deseo suerte en su manifestación. Ojalá prospere.

Hay otros temas en esta batalla legal del I-220A que es necesario esclarecer y poner en perspectiva para no descarrilar los esfuerzos que están en marcha y echar a un lado todas las versiones inexactas que inundan las redes sociales.

No existe ninguna demanda colectiva en un tribunal federal sobre el I-220A. Habrá reclamaciones individuales, pero no una demanda colectiva. Eso es algo que está en un proceso de preparación y tal vez no haya necesidad de hacerla finalmente.

Todavía hay casos pendientes ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA). Tengo cinco o seis casos pendientes que no he tenido decisiones finales que recibieron residencia en cortes. Es más, como la esquizofrenia del DHS y el USCIS continúa, tengo un caso en que el juez le otorgó residencia, el gobierno apeló y USCIS le otorgó una tajeta de residencia hace un mes.

¿Qué significa? Pues es una incógnita, porque en mis récords está aún en el BIA. ¿Es un error o está cerrado el caso? Es decir, aun hay cierta esquizofrenia. Todavía a mí me aprueban residencias con I-220A por correo y sin entrevista, todavía hay casos en que el oficial de inmigración prefiere retener la solicitud en espera de una decisión general, todavía hay negaciones de residencia con I-220A por correo. Es decir, estamos enfrentando una ensalada de decisiones.

En resumen, para los que tienen I-220A este no es el momento de preocuparse o de dejarse arrastrar por la histeria. Están legales en Estados Unidos y no van a ser detenidos, no van a ser deportados. Sí deben preocuparse todos los que tienen I-220B, porque las deportaciones van a concentrarse en ellos y el gobierno de Estados Unidos quiere incluso incrementar la frecuencia de los vuelos de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con destino a Cuba.

¿Qué está también ocurriendo? En las últimas dos semanas hemos tenido cinco juicios de asilo de cubanos con I-220A en las cortes de Buffalo (NY), Houston (Texas), Orlando y Miami. Los jueces no quisieron prorrogar las audiencias y pusieron fecha final, y los cinco juicios los ganamos. Se ganaron los casos incluso con jueces difíciles, con bajísimos porcentajes de aprobación de asilos.

Mi recomendación para los cubanos con I-220A a quienes los jueces no les han puesto fecha final de juicio, es que se preparen bien. Que se auxilien de abogados capacitados para representarlos y que puedan conformar sus casos lo más fuertes posible.

Se han perdido otros casos y hay muchos jueces forzando ir a juicio final para los beneficiarios de I-220A, pero están apelándose y hay espacio para litigar.

Lo que sí es importante tener claro que una persona con I-220A no puede viajar a Cuba. El I-220A es una orden de libertad bajo palabra que se otorga para personas que pidieron protección declarando que eran perseguidos políticos en sus países, y se les permitió entrar para argumentar sus solicitudes de asilo. Es fraudulento. Si tienes “miedo creíble” a ser perseguido en Cuba, ¿qué haces regresando allí?

Para viajar a Cuba bajo esa condición se necesitaría un permiso especial que es difícil de obtener.

En ningún caso recomiendo viajar a Cuba a no ser que la persona tenga ya otorgada la residencia permamente y solicite un advanced parole (documento de viaje) para poder salir del país.

La esquizofrenia de las decisiones entre USCIS y DHS con relación a los tribunales es positiva para una solución de los casos de I-220A, porque evidencia que no hay una definición coherente y completa en el procedimiento migratorio y eso va a llevar, en última instancia, a una decisión administrativa para resolver este episodio.

Desafortunadamente, la promesa de la congresista María Elvira Salazar que se diseminó en redes sociales de que 2023 terminaría con una decisión favorable para el grupo con I-220A no se cumplió. Ya hemos entrado el año, pasó la jornada de los Reyes Magos y la seguimos esperando. Pero estoy contento, porque está haciendo ese esfuerzo y sí creo que el camino que ella mencionó de buscar una decisión administrativa va a ser el futuro de la batalla por poner fin al limbo migratorio que afecta actualmente a unos 400 mil cubanos.

En estos momentos las principales preocupaciones del gobierno giran en torno al acuerdo presupuestario para garantizar la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, y cualquier acuerdo al que se llegue va a tener repercusiones serias para la frontera.

No nos engañemos: la vida para el inmigrante que entre o trate de entrar irregularmente a Estados Unidos va a ser mucho más difícil. Como abogado americano la primera recomendación que tengo para los inmigrantes es que no entren de manera ilegal. En los últimos días me llegan cada vez más mensajes de cubanos detenidos en un intento de entrada y puestos en deportación expedita de vuelta a México.

Pero también el acuerdo en el Congreso puede afectar las decisiones sobre el parole humanitario y la iniciativa de CBP One para solicitar asilo.

Mi percepción es que la opción del CBP One va a mantenerse y que en los próximos días, para finales de este mes o a más tardar febrero, tendremos un fallo sobre la permanencia del parole humanitario por el tribunal federal de Texas. Puede ocurrir incluso un acuerdo para que el parole humanitario se maneje de una forma diferente, puede pasar que se regule el número de entradas diarias con CBP One (están procesándose 1,400 personas diariamente en frontera).

Es un año difícil, porque tenemos elecciones presidenciales ya encima de nuestras cabezas, pero tengo una confianza alta en que en los meses venideros va a haber una solución favorable para los cubanos con I-220A. No creo que vaya a producirse en una fecha inmediata, porque están sucediendo negociaciones que son mucho más urgentes en Washington, pero 2024 va a ser el año crucial para el I-220A.

Pronostico que la decisión será administrativa, no proveniente de las cortes. Es importante decir que las cortes odian los fenómenos de esquizofrenia legal como el que está ocurriendo con el I-220A.

Pensemos en los casos recientes de parole interino. Tengo un caso de un matrimonio con juicio pronto y al esposo le llegó el parole interino y a la esposa no, aunque entraron juntos el mismo día a Estados Unidos. ¿Cómo se entiende eso? Esa inconsistencia es la que irrita a los jueces y va a ser la razón para forzar una solución favorable para los beneficiarios del I-220A.

Lo más correcto será aprobar una residencia para todos.

*Abogado de inmigración. Panelista principal del programa Mesa de Inmigración de CaféFuerte. Reside en Miami.

CATEGORÍAS
TAGS

COMENTARIOS