José Raúl Capablanca, la leyenda que no cesa

El genio cubano Jose Raul Capablanca (1888-1942)

El genio cubano Jose Raul Capablanca (1888-1942)

Por Rafael Rofes Pérez

Se cumplen 70 años de la desaparición física de uno de los deportistas más extraordinarios que haya conocido el planeta: José Raúl Capablanca y Graupera, un hijo ilustre de la capital cubana, quien gracias a su genio y capacidad fue acertadamente apodado en su tiempo, el Mozart del ajedrez.

Murió un 8 de marzo de 1942 en Nueva York, a los 53 años, víctima de una hemorragia cerebral fulminante. Lo enterraron siete días después en el Cementerio de Colón de La Habana. La fecha ha pasado apenas sin recordación en un mes atiborrado de noticias y aniversarios cubanos.

Impulsor de la escuela científica y flamante campeón mundial en la primera mitad del siglo XX, Capablanca se ubica junto a los grandes maestros Phillidor y el norteamericano Paul Morphy, entre los creadores de estilos imperecederos.

El mito del niño genio

Desde muy niño, demostró sus extraordinarias dotes como jugador, pues con sólo cuatro años dio una señal de alerta a los trebejistas de la época.

Cuentan que al presenciar una partida, en la cual participaba su padre, este realizó un movimiento en falso con el caballo que puso en evidencia la pérdida del duelo, lo cual motivó al pequeño comentar a su progenitor: “Tú no puedes hacer eso”.

Todos los allí reunidos quedaron asombrados con la exactitud de aquel muchachito en sus análisis. A los pocos días enfrentó a su padre y a algunos de sus amigos, quienes se vieron obligados a inclinar su rey. No pudieron ante el empuje de un campeón en ciernes.

Ya a los 12 años se convierte en titular de Cuba al superar a Juan Corzo, el mejor ajedrecista del momento, y a los 21, siendo aún un desconocido, se consagró como maestro de categoría internacional, al vencer sorprendentemente en un match al gran maestro y campeón estadounidense Frank J. Marshall, en 1909, y a quien superó ocho veces, entabló 15 partidas y sólo cayó en una.

Fue la insistencia de Marshall lo que permitió se dejara al joven participar en el torneo de San Sebastián, España, en 1911. Éste era uno de los torneos más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Enmanuel Lasker.

Al inicio del torneo, Ossip Bernstein y Aaron Nimzowitsch objetaron la presencia del invitado pues éste no había ganado todavía ninguno de los grandes torneos. Sin embargo, después de que Capablanca ganara su primer juego contra Bernstein (en una partida en la que se le otorgaría el premio a la brillantez), éste reconoció su talento y dijo que no se sorprendería si su vencedor terminaba ganando la presa mayor.

Triunfo consagratorio entre los grandes

Capablanca efectivamente terminó ganando el campeonato asombrando el mundo del ajedrez con un balance de +6 -1 =7, perdiendo únicamente una partida ante el que finalizaría segundo, Akiba Rubinstein. En rápida sucesión continuó su vertiginoso ascenso al triunfar también en los fuertes certámenes internacionales de Londres (1922) y Nueva York (1927).

Pero el momento culminante en la carrera de Capablanca se produjo en 1921, al derrotar en el match por el título mundial al alemán Enmanuel Lasker, en la capital cubana.

En esta crucial batalla -pactada a 24 partidas- el criollo se agenció la corona tras batir en la decimocuarta porfía a su calificado rival, quien renunció a la defensa de su trono por considerarse incapaz de superar al genio antillano, dueño del reinado mundial hasta 1927, cuando cedió ante el ruso-francés Alexander Alekhine.

Por este tiempo José Raúl Capablanca continúa moviendo con certeza las piezas sobre el tablero. Sus fuertes y complicadas combinaciones que confundían a sus oponentes, se reflejan día tras día en los ajedrecistas de Cuba y de otras regiones del planeta, quienes aspiran a ser como él: un gran campeón.

Mijail Botvinnik, el Gran Maestro ruso y campeón mundial, quien comenzó a ser conocidocen el mundo del ajedrez tras derrotar a Capablanca en una exhibición de partidas simultáneas, describió así el legado del genio cubano: “Es imposible comprender el mundo del ajedrez sin mirarlo con los ojos de Capablanca”.

Capablanca es uno de los más imponentes legados cubanos a la cultura universal. Vale que no lo olvidemos.

ACTUACIONES RELEVANTES EN LA CARRERA DE CAPABLANCA

Campeón mundial desde 1921 hasta 1927
Oro como primer tablero en la Olimpiada Mundial de Buenos Aires 1939 (seis éxitos y cuatro reveses)
Oro en el Torneo Internacional de San Sebastián 1911
Oro en el Torneo Internacional de San Petersburgo 1913 (categoría XIII)
Oro en el Torneo Internacional de Londres 1922
Oro en el Torneo Internacional de Nueva York 1927 (categoría XV)
Oro en el Torneo Internacional de Moscú 1936 (categoría XIII)
Oro en el Torneo Internacional de Nottingham 1936 (categoría XIV)
 
PARTIDA NÚMERO 14 DEL MATCH POR LA CORONA MUNDIAL, ABRIL DE 1921

BLANCAS: Enmanuel Lasker.

NEGRAS: José Raúl Capablanca.

1.P4R, P4R; 2. CR3A, CD3A; 3. A5C, C3A; 4. 0-0, P3D; 5. P4D, A2D; 6. C3A, A2R; 7. AXC, AXA; 8. D3D, PXP; 9. CXP, A2D; 10. A5C, 0-0; 11. TD1R, P3TR; 12. A4T, C2T; 13. AXA, DXA; 14. C5D, D1D; 15. P4AD, T1R; 16. P4A, P3AD; 17. C3AD, D3C; 18. P3CD, TD1D; 19. R1T, C3A; 20. P3TR, A1A; 21. T1D, T2R; 22. TR1R, TD1R; 23. T2R, D4T; 24. T1AR, D4T; 25. R1C, P3T; 26. T(1A)2A, D3C; 27. T3A, D4T; 28. P5AR, D5T; 29. R2T, C5C+; 30. R1T, C4R; 31. D2D, CXT; 32. CXC, D3A; 33. P4TD, P3CR; 34. PXP, PXP; 35. T3R, A4A; 36. D3D, P4CR; 37. C2D, A3C; 38. P4CD, D3R; 39. P5C, PTXP; 40. PTXP, T1T; 41. D1C, D4R; 42. D1R, R2T: 43. PXP, PXP; 44. D3C, DXD; 45. TXD, T6T; 46. R2T, T2CD; 47. P5A, PXP; 48. C4A, T8T; 49.C5R, T8AD; 50. P4T, T2R; 51. CXP, T3R; 52. C8D, PXP; 53. T3D, T3AR; 54. T7D+, R1T; 55. C5D, T(3A)8A; 56. R3T, AXP; 57. Las blancas se rinden.

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