53 Serie Nacional: La pasión que agoniza

Por Alberto Aguila
Después de una temporada internacional de frustaciones, descalabros y fugas, la afición cubana se resignará, al menos, con el inicio de la Serie Nacional número 53 a partir del 3 de  noviembre, en lo que será el torneo beisbolero más débil de su historia.
Al revisar las contiendas anteriores, generalmente los peloteros llegaban al nuevo campeonato después de un racha de victorias en el exterior, y los fanáticos concurrían a los estadios para vitorear a los vencedores, En esta ocasión, la campaña veraniega dejó sin aliento a los parroquianos del patio recibieron una estocada al ver a su selección nacional derrotada cinco veces por colegiales norteamericanos, muchos de los que no aparecen en el all stars de su categoría.
Tampoco alcanzaron las acostumbradas medallas de oro en la categoría de 15 años en el Torneo Panamericano, y terminaron relegados a la tercera plaza en el Mundial Juvenil, en Taipei de China, donde encajaron “derrotas de las que duelen” ante Estados y Japón, esta última por contundente nocaut de 10×0.
Victorias edulcoradas
Hubo victorias en los certámenes del Interpuertos de Holanda y el Challenge de Canadá, pero en la isla todos saben que esos campeonatos edulcorantes no eran de fuerza, con participantes de segundo nivel y un poco más.
Todavía los aficionados de Pinar del Río recuerdan con nostalgia las veces que corrieron al estadio para seguir bien de cerca a sus favoritos Omar Linares, Rogelio García y Luis Giraldo Casanova, como en la capital para ver en acción a Lázaro Valle, Agustín Marquetti o Manolo Hurtado.
Donde quiera que jugara Santiago de Cuba, era lleno total para ver a Orestes Kindelán, Antonio Pacheco y Braudilio Vinent. La presencia de Antonio Muñoz, Pedro José Rodríguez y Lourdes Gourriel era motivo de extraordinarias concurrencias en cualquier parte.
Pero para el torneo que se avecina no hay una sola figura,  un solo ídolo que mueva a los seguidores de nuestro pasatiempo nacional a llegar desde horas tempranas a los parques para seguir las jugadas de sus favoritos.
El 53 campeonato nacional llega después de un prolongado silencio sobre la fecha de inauguración, estará carente de infinidad  de peloteros de clase, debido al apresuramiento en los equipos en intentar suplir  las ausencias de jugadores de mejores resultados, que en los últimos años han salido disparados hacia la Meca beisbolera en búsqueda de un contrato millonario en Grandes Ligas, o que están suspendidos por querer intentarlo.
Pelota y meteorología
Ahora resulta que el Instituto de Meteorología fue la causa que demoró el anuncio de la fecha de arrancada. Según Higinio Vélez, director nacional de Béisbol, todo estaba listo para arrancar el primer día de octubre, pero las consultas con los meteorólogos hizo cambiar la fecha, pues “ese posiblemente será el mes más lluvioso y el más activo de la temporada ciclónica”. Sin comentarios.
El diseño del campeonato nacional  será el mismo que el año anterior, pero en esta ocasión no habrá  “ronda de consuelo”  para definir los puestos del nueve al 16.
La primera vuelta de 45 juegos se extenderá hasta el 29 de diciembre y tras el receso por el fin de año se retomará el calendario beisbolero el 5 de enero con el tradicional Juego de las Estrellas. Los mánagers de los ocho equipos clasificados para la segunda fase del torneo escogerán a cinco jugadores -provenientes de los elencos eliminados- para reforzar sus plantillas.
En las Series Nacionales cubanas siempre se han visto peloteros con edades que fluctúan entre los 18 y  34 años, y en el exterior están los que de no haber empacado sus bártulos estarían adornando la justa que se avecina.
Los asistentes al estadio Latinoamericano estarían hoy encantados de  tener en sus filas a Kendry Morales,Yunel Escobar, Odrisamer Despaigne, Brayan Peña, Amaury Sanit, Francisley Bueno y Deiny Suárez,.
Sombras del presente
Pinar del Río no ha podido suplir las faltas de Yunieski Maya, Alaín Soler, Yoslán Herrera y Alexei Ramírez, quienes salieron del país en gran forma y que hoy estarían en las filas de Vueltabajo de haber contado con los recursos económicos suficientes para no verse tentados a emigrar..
A los conjuntos Mayabeque y Artemisa, que ahoran suplen al otrora Habana campo, les faltan José Iglesias, Miguel Alfredo González, Juan Carlos Linares, Noel Argüelles, Jorge Soler y Yasiel Balaguer, en tanto Villa Clara, que sale a defender su título, no contará con Leonis Martín, Juan Yaser Serrano, Dayán Viciedo, Misael Siverio, Aledmis Díaz o Yorquis la Rosa.
De Holguín salieron al exterior Aroldis Chapman, Julio César Villalón, Gerald Sánchez y Selme Angulo, entre otros, y asi podríamos continuar con una lista de jugadores de otras provincias, que pefirieron labrarse un futuro que no viuslumbraban en su terruño.
Insisto en algo que afirmé meses atrás en estas mismas páginas: 16 equipos suman demasiados atletas y gastos innecesarios en suministros de todo tipo, lo que impide desarrollar las Series Nacionales con la calidad de otras épocas.
Una crisis profunda
En Japón, país con 127 millones de habitantes, existen 12 equipos; en Corea del Sur, que tiene 49 millones, el torneo nacional se desarrolla con nueve selecciones; y en la isla de Taipei de China, que tiene una poblacion estimada en 23 millones, solo juegan cuatro novenas. Los tres países poseen economías desarrolladas y una consolidada tradición en el béisbol profesional.
¿Es acaso viable que Cuba, con 11 millones de personas y su modelo económico ánomalo (permítaseme el eufemismo), pretenda seguir caprichosamente con una cantidad indiscriminada de selecciones en sus campeonatos élite?
Lejos de querer arreglar el desastre llevando peloteros a ligas profesionales en  México o Japón,  lo mejor sería rescatar la Liga Cubana Profesional con cuatro selecciones e invitar a participar a los jugadores y entrenadores que están en el exterior. ¿Suena como imposible, verdad?
Más tarde o más temprano, por ahí está el camino. La pelota cubana est’á inmersa en una crisis profunda que no tiene salidas visibles, y en el horizonte no quedan muchas opciones para transitar. Revisar un sistema caduco y enmendarlo a todo con la realidad sería una medida sabia. Ojalá y no tenga que repetir este mismo comentario, con una lista amplada de desertores y sancionados a la vuelta del 2014.