Cuba gana otra vez a EEUU sacando el juego del congelador

Peterson (N.33) demostro otra vez su poder.

Peterson (N.33) demostro otra vez su poder.

Eric Reynoso

Otra vez Cuba vino de abajo, otra vez le flaquearon los nervios a los muchachos visitantes en el momento de definición, y el conjunto de casa logró sacar un juego del congelador e imponerse sensacionalmente a EEUU con marcador de 9×8.

Con la victoria en el tercer partido de la serie amistosa beisbolera entre ambas naciones, los cubanos inclinaron la balanza 2-1, ambos triunfos logrados de la misma manera: por una carrera y remontando desventajas a la hora de recoger los bates.

Debo decir que me ha impresionado gratamente este equipo de universitarios estadounideses -todavía inmaduro para grandes compromisos, pero con talento inocultable- como mismo me han decepcionado las decisiones de su mánager Dave Serrano. Pero tal vez estamos llevando a los extremos lo que es para los norteños una serie de fogueo veraniego en el Caribe frente a un conjunto de lujo.

El sábado, Serrano trajo del bullpen al zurdo Carlos Rodon, quien apenas acababa de aterrizar en La Habana, para tratar de cerrar el juego y anotarse una victoria que tuvo en el bolsillo. Pero otra vez el camagüeyano William Luis decidió con metrallazo y dejó al campo a los estadounidenses.

La debacle de los norteamericanos en el noveno episodio comenzó con un error imperdonable del lanzador David Berg en rolata de Yulieski Gourriel por el box. Después vino el diluvio. Frederich Cepeda y Alfredo Despaigne conectaron sencillos, José Dariel Abreu sonó doble (ahí vino Rodon de relevo) y la escena quedó lista para el hit de oro de Luis, por segunda noche consecutiva.

Demasiados errores

Nuevamente el pitcheo de relevo y las marfiladas sobre el terreno (el sábado cometieron tres costosísimos errores) dejaron escapar la victoria de EEUU, que llegó al noveno con ventaja de 8×5.

En los apuntes inevitables deben estar el buen bateo de Cuba, con 16 hits y dos jonrones (Alexei Bell y Erisbel Arruebaruena), y el empuje de los titulares Cepeda (5-2), Despaigne (5-3) y Pito Abreo (4-3). También, las lagunas del pitcheo. Esta vez el astro avileño Vladimir García no estuvo nada bien y fue bateado en 3.2 innings, en los que permitió cinco hits y tres carreras limpias.

Por la parte de los visitantes, vale destacar la versatilidad de sus jugadores -signo de un béisbol moderno- y la fuerza de sus slugers. Anoche D.J. Peterson y Kris Bryant fueron los encargados de aportar vuelacercas; para Peterson fue su segundo en juegos consecutivos.

Y tampoco puedo dejar de mencionar la tímida respuesta que veo (y escucho) entre el público cubano con esta serie. No sé si es que los tiempos han cambiado demasiado para los aficionados de La Habana, pero la imagen que me deja a distancia el estadio Latinoamericano es pobre y desoladora.

Después de ver una transmisión de béisbol en EEUU (no digamos ya de Grandes Ligas, sino las de colegios universitarios), con un público vibrante, me apena realmente el poco ángel en las gradas del Latino. Pero tal vez esté pidiendo demasiado.

Quedan dos partidos que decidirán el saldo de la serie. Pero creo que tanto Cuba como EEUU salen ganando con esta tanda de béisbol en la isla.

  C H E
EEUU 002 130 101 8 10 3
CUBA 010 112 004 9 16 1

G: Leandro Martínez P: David Berg

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