Cuba se desploma ante Taipei de China y pierde el título en Rotterdam
Por ERIC REYNOSO
En un peleado encuentro de principio a fin, Taipei de China demostró que sus victorias anteriores frente a Cuba no fueron de casualidad y le asestó un tercer golpe al equipo antillano con marcador de 5×4 para coronarse campeón del XIII Torneo Interportuario de Rotterdam, en Holanda.
Los chinos de Taipei jugaron este domingo buena pelota -con un enfoque agresivo y sin regalar nada sobre el terreno- para arrebatarles la corona a los cubanos, que a duras penas llegaron a la final del torneo.
No lo hicieron mal los cubanos en el juego del cierre, pero a estas alturas de la competencia había que hacerlo mejor. Y así cayó la carrera decisiva de los chinos en la parte baja del onceno capítulo, gracias a la regla de muerte subita (o IBAF). Mala suerte para los criollos, que en la parte alta de ese inning no pudieron aprovechar la misma oportunidad y así quedó decidida la suerte del partido.
No es para nada un buen comienzo para Cuba en su arrancada del itinerario internacional de este año. Cierto es que se trata de tercer conjunto cubano y que los estelares están preparándose para otros retos mayores en las próximas semanas. Pero un tercer equipo nacional no es para que pierda tres veces con el mismo rival en un campeonato corto y mucho menos que haya sufrido tanto, con derrota ante Curazao y un agónico triunfo de 1-0 frente a Alemania que más bien fue para quitar el sueño.
No recuerdo un torneo internacional donde Cuba haya perdido tres veces con el mismo equipo. Al menos en los últimos 50 años no creo que había pasado.
Juego de altas y bajas
La decisiva de los chinos se produjo cuando con hombres en segunda y primera sin out (por la reglita de marras), se la jugaron a sacrificar su segundo bate para adelantar los corredores. El director Roger Machado mandó a llenar las bases con una intencional y luego vino un jilito por el montículo de Huang Chi Pei para abrirle el plato a la carrera que hizo al final la diferencia del partido y del torneo.
El juego fue de altas y bajas. Los cubanos abrieron el marcador con doblete de Yasel Puig, luego de hits consecutivos de Rusney Castillo y Yoelvis Fiss.
Ya frente al relevista Wang Wei Chung, Yoilén Cerce impulsó la segunda de Cuba con un cañonazo que permitió la anotación de Eribel Arruebarruena.
Taipei descontó una en el final del cuarto para explotar al abridor Yosvani Torres. A su rescate vino Dalier Hinojosa, quien salió airoso… al menos por este inning.
Luciendo garra competitiva, Cuba recuperó la ventaja de dos con triple de Yasel Puig y error del torpedero chino en tiro al plato.
Todo parecía que el equipo cubano se encaminaba a revalidar el título en Rotterdam, sacando sus fuerzas mágicas de la tradición beisbolera.
Pero entonces vino la rebelión china.
Sentarse a pensar en serio
Taipei se fue arriba 4×3 en la parte baja del quinto, acribillando a Hinojosa con cuatro hits, entre ellos un doblete clave de tres carreras. Yadier Pedroso, el héroe del pitcheo cubano en Rotterdam, salió esta vez para taponear el desbordamiento de los asiáticos.
No todo estaba perdido. El emergente Osvaldo Arias empató las acciones en el séptimo capítulo y así llegaron las cosas hasta el onceno, con la embestida final de Taipei.
Los chinos de Taipei se llevaron merecidísimamente el trofeo de Rotterdam con 8-1, seguidos por Cuba (5-4) y Holanda (5-3).
Ahora queda a las autoridades deportivas evaluar este resbalón que no sólo costó perder uno de los dos títulos internacionales (realmente títulos de segunda, el otro es la Copa Intercontinental del 2010) que aún podía exhibir el béisbol cubano, sino que sumó la deserción del zurdo Gerardo Concepción, una de las mayores promesas del pitcheo de la isla.
Pero a ellos, Higinio Velez y compañía, les corresponde decidir si siguen en el jueguito a la noria o acaban de asumir que la pelota no funciona así en los tiempos que corren.