Matanzas gana con reacción espectacular y discutirá final con Villa Clara

Un aficionado matancero celebrando a su equipo durante uno de los partidos de la semifinal con Sancti Spíritus.

Un aficionado matancero celebrando a su equipo durante uno de los partidos de la semifinal con Sancti Spíritus.

Por Eric Reynoso

No van a olvidar por mucho tiempo los espirituanos el increíble juego que perdieron 10×5 frente a Matanzas y que este sábado los dejó fuera de la final de la 52 Serie Nacional de Béisbol cuando estaban a cuatro outs de conseguirlo.

No solo lo van a recordar larga y angustiosamente. También van a necesitar que se lo expliquen, porque cuesta trabajo entenderlo, con el pase al a final al cantío de un gallo.

Matanzas sacó el clásico juego del congelador y a batazo limpio desplumó las esperanzas de los Gallos, que parecían encaminados a cantar de últimos y cantar mejor. Pero así es la pelota.

Silenciados durante siete innings por el pitcheo dominante del refuerzo camagüeyano Norge Luis Ruiz, los Cocodrilos fueron a la carga y solo necesitaron el octavo para decidir el partido y meterse espectacularmente en la finalísima de la pelota cubana. Un octavo inning para la historia reciente del béisbol criollo, con 10 carreras inclementes contra relevistas con piernas flojas.

Todo pintaba a favor de los inspirados Gallos, cantando en su patio del “José Antonio Huelga” (desde el Olimpo de los Pitchers donde está, Huelga debe haberse estremecido anoche, a punto de bajar y pedir la pelota para salvar a los suyos). Los de casa amasaban ventaje de 5×0 y el graderío gozaba el inminente triunfo.

Picotazos de arrancada

Los espirituanos le fueron temprano encima a los envíos del abridor mantancero Jorge Alberto Martínez y le marcaron tres para mandarlo a las duchas. Víctor Mesa trajo a Joel Suárez y pudo sofocar la rebelión, pero en el quinto, Yulieski Gourriel le sacó la pelota del parque con uno a bordo para completar el quinteto de carreras de los Gallos.

Entonces la dirección matancera apeló a Frank Navarro, que estuvo hermético en 4.2 capítulos, con solo dos hits permitidos sin base por bolas. Navarro pudo maniatar a los Gallos y Matanzas le debe la victoria a su gran desempeño.

Ruiz se fue del box por la cuestionada ley de los 100 lanzamientos. No puede entenderse que en una semifinal para el campeonato nacional sigan aplicándose estas regulaciones, que mantan el sentido competitivo del atleta y convierten en tecnicismo burocrático algo que debe estar regido por la pasión y la determinación del pitcher. Ruiz se fue con cuatro hits y ninguna carrera, y estaba listo para continuar su actuación en el momento de la salida forzosa.

Y así llegó el inning de las desdichas espirituanas y las dentelladas interminables de los Cocodrilos.

Demasiado apurado

El relevista holguinero Yaisel Sierra, quien había sacado los dos últimos outs del séptimo, abrió el octavo con boleto a Guillermo Heredia y Yosvani Aragón cometió tal vez el peor error de su carrera como mánager al aplicarle la grúa y traer por adelantado a su taponero Omar Guardarrama. Muy mal, porque Sierra había estado mucho mejor que Guardarrama, que es un cerrador inestable y le ha dado bastantes embarques a Sancti Spiritus. Este fue otro más.

Guardarrama fue saludado con hit por José Miguel Fernández -uno de los mejores bateadores de la pelota cubana hoy- y luego Yurisbel Gracial le dio otro para traer la primera de los matanceros. Nuevamente siguieron apurados los espirituanos y levantaron a Guardarrama, con lo que se quedaban sin sus dos mejores cartas de relevo.

Vino Javier Vázquez y el jardinero Yadiel Hernández lo recibió con sencillo para traer la segunda de Matanzas. Sancti Spíritus lo quitó y le dio la bola a Ángel Peña, quien metió el brazo para ponchar a Denis Valdés y Yariel Duque. Pero Peña se confió y Lázaro Herrera le sonó tubey y luego Víctor Víctor dió sencillo para empatar el juego.

Ya era como para desencajarse, pero nadie se imaginó que lo peor estaba por pasar. Aragón trajo a Yoani Hernández y a Yoén Socarrás y fue el diluvio. Heredia fue golpeado por un lanzamiento y con los ángulos repletos José Miguel Fernández dio doble para poner encima a los visitantes. Gracial siguió el festín con triple y Yadiel Hernández lo emuló con hit que cerró el racimo de 10.

La maldición espirituana

La suerte estaba echada. Sancti Spíritus vuelve a desplomarse después de un buen desenvolvimiento en el torneo y una prometedora arrancada en los play off. Faltó el extra de los campeones y la garra que tiempo atrás caracterizaba a los conjuntos villareños. La última vez que un equipo espirituano estuvo en las finales fue en el 2002 (perdió el título con Holguín) y su único campeonato en series nacionales se remonta a 1977, con aquella novena sorpresa que dirigieron Cándido Andrade y Catalino Ramos.

La maldición espirituana sigue en pie, sin nadie que pueda desenrollarla.

Para Matanzas es su primera opción para discutir el título nacional con ese nombre. Un equipo matancero no llegaba a la final desde 1991, cuando lo hizo Henequeneros.

Es finalmente la llegada de Víctor Mesa a discutir un título nacional con sus batalladores muchachos. Un premio que realmente no se merece en un año donde sus manías y prepotencias se han acrecentado. Pero ahí lo tenemos. Y para no hacer quedar mal, la otrora “Explosión Naranja” se explotó en el cuarto inning, no pudo dominar su teatralidad y terminó expulsado del juego decisivo de su equipo tras discutir más que acaloradamente un presunto deadball a Manuel Benavides, cantado foul por el árbitro.

La final de la 52 Serie Nacional arrancará el próximo martes en el estadio “Victoria de Girón” de Matanzas y cualquier cosa puede ocurrir allí.

  C H E
MATANZAS
000 000 0100 10 15 2
SSPIRITUS 300 020 000 5 13 0

G: Frank Navarro (8-6) P: Angel Peña (7-9)

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